Linternas de agua

septiembre 21st, 2013

María Ignoraba lo que era sentir el desgarro de un trozo del alma, hasta que esos ojos de agua entraron en su vida.

Al principio no le atraía nada, no le llamaba la atención ni le impresionaban sus palabras mientras debatía con la ilusión del que cree en lo que enseña.

La experiencia había enseñado a Maria a ser desconfiada, era muy complicado llegar a ella. Nada le impresionaba, siempre buscando ese ‘algo’ desconocido que la atrapara en sus sueños.

El destino quiso que lo conociera de una manera más cercana en un encuentro casual, fascinándole la cercanía y confianza que emanaba.

María no le temía, el era diferente, tenía ‘algo’. No le importó su físico, delgado y enjuto. No veía su físico, solamente esos ojos de agua que escondían un misterio y cierta soledad que la embargaban.

Su sorpresa fue grande al sentir una mano masculina recorriendo su espalda, despreocupada mientras charlaba con un compañero. En esa situación de sorpresa, mientras se dejaba acariciar iba analizando mentalmente cada roce, cada terminación nerviosa, para ver si le molestaba y le daba un tortazo… pero nada… ni un respingo…

Era cómo si su cuerpo se hubiera reencontrado con un viejo amigo al que ella no conocía.

Y esos ojos, casi reflectantes, linternas de agua en aquel lugar….

Estaba perdida

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